
Es sencillo reparar una cisterna
Seguro que habéis presionado el botón de la cisterna en exceso o habéis intentado sacarlo del agujerito donde generalmente tiene que ir ubicado. El caso es que el WC empieza a emitir un sonido que no para y que es bastante estresante, y si cotilleamos un poco dentro de la cisterna veremos que hay un hilillo de agua que no deja de caer. Conclusión: tenemos una fuga en la cisterna.
En el post de hoy os vamos a explicar cómo arreglar una cisterna para salir del paso, aunque insistimos en que por muy manitas que seáis, os va a tocar llamar a un fontanero si no queréis que a la larga vuestras cisternas se estropeen porque alguien sin experiencia ni las herramientas adecuadas ha estado toqueteando el mecanismo. A continuación os contamos los tres problemas generales que se pueden presentar en una cisterna averiada.
Estado del flotador
Abrimos la tapa (no vamos a explicar cómo abrirla ya que cada WC es un mundo y para esto tampoco hace falta ser el fontanero número 1 del sector) y nos fijaremos en cómo se encuentra el flotador. A veces sucede que el flotador está mal enroscado y que es necesario apretar el tornillo que lo sujeta.
Una zapata antigua
Vaciado de la cisterna
Cuando el paso anterior falla, es decir, cuando vemos que el flotador está bien sujeto, pasamos a realizar otra prueba. Cerramos la llave de paso del inodoro (no la general) y vaciamos la cisterna.
Retirada de la válvula de entrada de agua y cambio de zapata
Se trata del artilugio que hay dentro de la cisterna y que está formado por un brazo y un flotador. Desenroscamos la tuerca de plástico que hay encima de la válvula y quitamos la zapata.
Puede que sea que la zapata está vieja y que por eso se estén dando las fugas. En este caso se tiene que cambiar la zapata y hacer una prueba tirando de la cadena, para asegurarnos de que está todo correctamente.
Válvula de salida estropeada
Se desmonta la válvula de salida, ¿cómo? La giramos completamente y luego retiramos el pistón. Vemos que debajo cuenta con una zapata de goma, que es la que abre siempre el paso del agua al inodoro. Desenroscamos la tuerca que la sujeta y la cambiamos por una nueva, como en el caso anterior, pero recordemos que se trata de la válvula de salida, no la de entrada.
De todos modos, para evitar que tengáis que toquetear y hurgar en vuestras cisternas sin la experiencia y las herramientas necesarias, recomendamos una revisión periódica de todos estos elementos con el fin de evitar averías.
¿Sigues todos estos pasos para arreglar la cisterna?
Imagen ilustrativa
Gracias a . SantiMB . por la imagen.