Un plato de ducha te ayuda a ganar espacio

Por supuesto que todavía queda gente a la que le gusta tener su espacio en la bañera cuando se ducha y que se niega a renunciar a ella. Aún hay a quienes incluso les gusta tomar un buen baño relajante siempre que pueden, y un cambio de bañera a plato de ducha es definitivo. Así que no les falta razón.

Sin embargo, cambiar la bañera por un plato de ducha cuenta con una serie de ventajas que no debemos dejar escapar, sobre todo si eres una persona que rara vez se da un baño de espuma y sales, y más aún para las personas mayores a quienes cuesta un esfuerzo entrar en la bañera.

Seguridad

Debido a los materiales y el diseño de los platos de ducha, se evitan los resbalones y caídas que pudieran ocasionarse en una bañera.

Más espacio en el baño

Los platos de ducha suelen ser cuadrados, como del tamaño de un ascensor. Por lo tanto, al no ser alargados como las bañeras, el cuarto de baño parece más amplio.

No obstante, existen muchas formas de platos de ducha: los hay rectangulares también como las bañeras, para aquellos que necesitáis espacio cuando os ducháis. Pero al ser plato (más bajito que la bañera) y más aún si utilizamos mamparas transparentes, igualmente dará sensación de baño más espacioso.

Ahorro en la factura del agua y sostenibilidad

Cuando nos duchamos en lugar de darnos un baño gastamos menos agua. Y como gastamos menos agua, el calentador o el método que uséis en vuestras casas para calentar el agua, necesitará menos energía que para daros un baño. Por lo tanto estáis ahorrando dinero y haciendo algo bueno por el Medio Ambiente.

Comodidad

Ni qué decir tiene que un plato de ducha, al ser más bajito, es más cómodo y accesible para todos los miembros de la casa que la bañera de toda la vida.

Fácil de mantener

Al tratarse de un mueble de baño más pequeño, es muchísimo más fácil y cómodo de mantener y limpiar.

¿Ya has cambiado tu bañera por tu plato de ducha?

Imagen ilustrativa
Gracias a Sergio Pena Corpa por la imagen.