¿Cómo elegir mi estufa de pellets?

Los pellets son el combustible de las calderas de biomasa

Un conjunto de pellets…

Aunque en anteriores posts ya hemos hablado de las estufas de biomasa, en qué consisten y su funcionamiento, aquí os lo recordaremos hablando un poco de éstas y después de cómo elegir la estufa de biomasa más idónea para nuestro hogar, pues no es como llevar puesto pantalón que nos probamos y se puede devolver si no nos gusta.

Para aquellos que no lo sepan o nos lean por primera vez, por cierto ¡Bienvenido nuevo seguidor! 😉 , la caldera de biomasa es una alternativa a la caldera de gas habitual que funciona quemando pellets (combustible más económico y menos contaminante formado mediante un prensado de virutas de madera y resina) o mediante policombustión (mezcla de combustibles), aconsejada para estancias de entre 100 y 200 m2; y es curioso, porque al inicio, aunque nos parezca más costosa por su instalación (necesita un cuarto de calderas, conexión eléctrica con toma de tierra y salida de humos), acostumbrados a otro tipo de calderas, a la larga es más barata y no daña el ecosistema, es decir, proporciona rentabilidad y sostenibilidad, a la hora de tener caliente nuestro circuito de radiadores y agua caliente sanitaria en todo nuestro hogar. También nos permite emplear otros sistemas de energía solar, calderas de gas y ventilación mecánica controlada.

Como mencionamos anteriormente, hay dos tipos de caldera de biomasa:

  • Caldera compactas, que son las que queman pellets, que es un solo aparato, por lo que ocupa menos espacio, y se caracteriza por ser más eficiente, su bajo coste, versatilidad (gracias a su posible combinación con otras fuentes energéticas), segura (cuentan con un sistema de autoapagado en caso de detectar algún fallo en su sistema), programable, rentable, renovable y anti-contaminante.
  • Caldera policombustible, que son calderas con depósitos exteriores que mezcla diferentes combustibles, con depósitos de diferentes tamaños. Es similar a una estufa de gasoil.

En nuestro caso, la caldera de biomasa por excelencia es la compacta, la que funciona con pellets, cómo ya sabrás si sigues este blog, y por lo tanto es a la que nos referiremos en el resto de este artículo.

Para elegir una caldera o estufa de biomasa debemos tener en cuenta una serie de aspectos, ya que no la vamos a poner porque sí en nuestro hogar, a lo mejor nos renta más una eléctrica, pero… ¿y si no es así?

  • Qué espacio es el que queremos calentar, ya que no es lo mismo un edificio, que un salón, que un comedor social, por ejemplo. A veces nos rentará más una caldera eléctrica, pero mira bien porque no siempre es así y a veces por no probar algo novedoso en realidad gastamos más de lo que nos podríamos ahorrar con algo así.
  • La potencia que necesitamos, que dependerá de la región donde esté nuestro hogar y el aislamiento del mismo, pero calcula que necesitará 1kw por cada 10m2, así coge papel, lápiz y calculadora para echar números ;), además no te olvides si también la empleamos para ¡el agua caliente sanitaria!
  • Dónde colocaremos la estufa de biomasa según sus dimensiones; lo que aprovecho para haceros “kit kat”, y es que hay algunos diseños muy estéticos cuando su tamaño no sea muy voluminoso porque lo pongamos en el salón, tenlo también en cuenta, que no sólo te ahorras dinero que además puedes tener ¡una vivienda chic!
  • La salida de humos, es otra cosa a tener en cuenta, ya que los humos procedentes de la combustión siempre debe ser hacia el exterior, la instalación debe hacerla un profesional (aunque nuestro marido o amigo sea un manitas acudid a un profesional, aunque no seamos nosotros porque lo barato sale caro), y además deben usarse tubos certificados al efecto, cuyo diámetro varía según la potencia de la estufa que instalemos.
  • El profesional, quien lo instale debe tener carnet de instalador de calefacción (nosotros te enseñaremos el nuestro), además debe poner en marcha la caldera para verificar que todo funciona correctamente y arreglar cualquier imprevisto.
  • Los precios y el ahorro energético que proporcionan. El pellet es un combustible mucho más barato que cualquier otro y cunde más de lo que cuesta, como el “Fairy”, además de no contaminar.
  • Durabilidad de estas estufas con un uso correcto y un buen mantenimiento, de lo que hablamos a continuación.

¿que me cuentas? ¿que con las estufas de biomasa ahorraré más?Una vez que tenemos nuestra estufita calentándonos ahí, también hay que hacer un buen uso de la misma para sacar rentabilidad, porque sino se nos estropeará en dos días y habremos hecho un gasto en saco vacío: usar pellets de calidad certificada EN PLUS A1 y con sello registrado del fabricante, las tareas de mantenimiento realizarlas cuando esté apagada y fría, y limpiarla de forma periódica de las incrustaciones y residuos del cajón de cenizas.

Por otro lado, tenemos que tener en cuenta que si elegimos instalar una estufa de biomasa de pellets… ¡¡no termina todo!! En el futuro podremos hacer modificaciones en la instalación y ampliaciones: ampliar su potencia porque nos demos cuenta que queremos más calorcito, mejorar la canalización del aire caliente, e incluso ampliar nuestro espacio de almacenamiento de pellets porque nos sea más cómodo o porque nos haga una oferta el vendedor con las rebajas de enero.

Bueno, esperamos haberte servido de ayuda para aclararte un poco más sobre las calderas de biomasa, las cuales pueden darnos más juego que una caldera eléctrica o de gasoil, que el hecho de que sean menos conocidas no es que sean peores, tampoco es que sean mejores, pero es otra opción más a contemplar ante la posible renovación de nuestra caldera actual. Si quieres hacer otra consulta en particular acerca del tema consúltanos, a lo mejor hacemos tangible tu decisión y si tienes dudas aún de qué caldera poner, te ayudamos.

No paséis mucho frío estos días, y si podéis sofá, manta de la abuela y un chocolate calentito delante de vuestra estufa de pellets 😀

No sale agua de la ducha, ¿por qué?

consejos en torno a cuartos de baño

¿Por qué no sale agua de nuestra ducha? La ducha es uno de esos lugares de la casa donde nos relajamos al final del día, hay quienes incluso la “disfrutan” antes de ir al trabajo o a clase… el caso es que la ducha, es ese elemento del hogar que representa, sobre todo, nuestra higiene personal. Ese sitio al que nos da pereza entrar pero donde, una vez dentro, no queremos salir. Te ha pasado, ¿verdad?

Un sinfín de problemas pueden darse en la salida de agua de nuestras duchas. Ya escribimos un post acerca de por qué podría ser que saliera poco agua de nuestros grifos, y tema duchas es muy similar. En nuestro caso vamos a intentar abordar el problema según el caso.

En este primer post vamos a centrarnos en por qué, directamente, no sale agua de nuestra ducha, el problema más extremo que se nos puede dar a la hora de utilizar nuestra ducha. En próximos posts podemos ver cómo puede ser que no sale agua caliente o agua fría, y cómo puede ser que, el agua que sale, salga a poca presión. Pero que directamente no salga agua (ni caliente, ni fría, ni a poca presión) de nuestra ducha… es raro, ¿verdad?

El problema está en casa

Hemos instalado un calentador nuevo

Cuando instalamos un nuevo calentador de agua no solemos fijarnos en algunas cosas imprescindibles para un buen funcionamiento del aparato.

  • Verificar que al instalarlo está todo correctamente y no vienen piezas de más de fábrica como pueden ser los taponcitos de las acometidas.
  • Revisar que las mangueras de agua caliente y agua fría no estén conectadas de manera invertida.
  • ¿Está llegando el agua fría a la entrada del calentador? ¿Esa misma agua sale del calentador? ¿Está entrando agua en la cañería de agua caliente? Si la respuesta a todas estas preguntas es Sí, el problema no está en el calentador.
  • Si no sale agua de la alcachofa de la ducha, ¿has probado a ver si sale agua por el grifo de la ducha? ¿Sale agua u ocurre lo mismo en el resto de elementos del cuarto de baño, tales como bidé o lavabo? Si el único sitio del que no sale agua es de la ducha, el problema está indudablemente en la ducha y no en el sistema de fontanería en sí.

¿Qué le está pasando entonces a mi ducha?

Estas son algunas de las razones por las que el problema de que no salga agua sólo se da en la ducha:

  • Obstrucción del latiguillo o salida del agua de la alcachofa. En este caso habría que limpiarlos remojándolos en vinagre durante unas horas. En su día ya te contamos cómo desobstruir el desagüe y la tubería de la ducha, ¿a que no nos hiciste caso? Ahora es el momento.
  • Rotura de piezas internas como pueden ser las válvulas, en cuyo caso habría que entrar en sustitución de piezas y para eso sí que posiblemente necesitaras llamar a un fontanero profesional.
  • Acumulación de cal o salitre, especialmente si vives en zonas costeras. Compra productos para descalcificar.
  • Si cambias la ducha y sale poca agua es porque ahora vienen con ahorro de agua, puedes pedirle a tu fontanero que modifique el aparato para que el agua salga a una presión normal.

Si, por el contrario, no sale agua de ninguno de los demás elementos del baño (grifo de la bañera, bidé, lavabo), el problema estará en las llaves de paso de agua caliente y fría, que estarán obstruidas o simplemente cerradas.

El problema está en el sistema de fontanería

Tanto si tiramos de nuestro propio calentador como si estamos aprovechando el sistema de agua caliente sanitaria de nuestra comunidad de vecinos, el problema está en la falta de presión del agua.

No nos referimos a que el agua salga a poca presión (ese problema lo trataremos más adelante), nos referimos a que la presión es tan bajita desde la posición del depósito del agua que ni siquiera llega a salir por los grifos o la alcachofa de la ducha (si no sale por el grifo que suele estar situado más abajo, menos va a salir por la alcachofa teniendo en cuenta que el agua tiene que viajar “hacia arriba” a través del latiguillo). ¿Qué ocurre entonces?

  • Situación del depósito de agua. Este depósito debe estar colocado al menos a 2 metros de la alcachofa verticalmente de nuestra ducha (para que lo entiendas). De esta manera tendremos la presión suficiente para que el agua pase por todos los circuitos a pesar de la existencia de burbujas de aire en ellas.

Si vives en un bloque de pisos con agua caliente comunitaria, pregunta a los vecinos de tu planta si les ocurre lo mismo que a ti, sobre todo si vives en uno de los pisos más altos de tu edificio.

  • Diámetro de las cañerías. Este debe ser igual o mayor al diámetro de la entrada de agua.
  • Curvas en las cañerías. Cuidado con esto. Las curvas en las cañerías (y si están abolladas, que a veces pasa, con más razón debemos fijarnos en ellas) a veces entorpecen el curso del agua e implican una pérdida de presión.
  • Válvula de encendido del calentador. En la entrada de los calentadores suelen producirse estrechamientos donde debemos poner especial atención, no porque simplemente se produzcan estrechamientos, sino más bien porque se suelen acumular piedrecitas que pueden obstruir el paso del agua.

De todos modos siempre es recomendable solicitar presupuesto y precios a fontaneros en Madrid (o en la zona donde vivas) y que ellos se encarguen de detectar y solucionar tu problema. Puedes pinchar en la imagen de abajo para contactar con nosotros.

¿Podemos ayudarte?

Abres el mando de la ducha y  no sale nada

Imagen ilustrativa principal: Fotolia

Post invitado: Un edificio más sostenible, la clave para la mejora energética

¿Se puede ahorrar energía en construcciones eficientes? ¡Por supuesto!

Cada vez se tiene más presente en el mundo de la arquitectura la necesidad de construir y rehabilitar con criterios energéticos. Tanto para cumplir con las normativas europeas como para contribuir el mantenimiento del medio ambiente, este ámbito está cada vez cuidándose de forma más especial. Prueba de ello es la creación por parte del gobierno de un programa especial de ayudas para acometer la rehabilitación de fachadas y edificios residenciales u hoteleros teniendo como objetivo promover actuaciones integrales para la mejora energética y el uso de energías renovables.

Según los datos del Gobierno, el 20% del total de la energía consumida en España está directamente relacionada con el hogar, mientras que más de la mitad de los edificios están construidos sin la protección térmica adecuada. Estos se consideran auténticos “depredadores de energía” y suelen ser los que, al margen de esta necesidad de reforma, tienen que acometer otras por diversas razones, dada su antigüedad.

En el Programa de ayudas para la Rehabilitación Energética de Edificios existentes del sector residencial, creado por el Instituto de la Diversificación y Ahorro de la Energía, se explica que el aislamiento se configura como la mejor solución. Se trata de una opción que no es tan costosa ni tan complicada como pueda parecer a priori. Además, es algo que aunque no se haya realizado en el momento de la construcción, puede considerarse a posteriori, con una serie de soluciones específicas.

Entre ellas, para reducir la demanda energética, en las fachadas se pueden aplicar soluciones constructivas convencionales como la carpintería de exterior, vidrios o protecciones solares. Por otro lado, están las no convencionales, conocidas como arquitectura bioclimática. Algunas de las posibilidades incluyen muros trombe, muros parietodinámicos, invernaderos adosados, sistema de sombreamiento o ventilación natural, entre otras. Recordemos que la ventilación también puede venir propiciada por extractores de aire caliente como ya se ha explicado alguna vez en este blog, información que puedes consultar aquí: https://serviciosfontaneriamadrid.com/2013/07/31/extractores-de-aire-para-las-habitaciones/

Todas las fases son importantes

El proyecto y el diseño de las instalaciones con eficiencia energética es el punto de partida, pero a raíz de ahí en los distintos momentos de la ejecución y posterior uso por parte de las personas que habitan esas viviendas es importante que cada uno lleve a cabo su papel.

Cuando se esté llevando a cabo la reforma es imprescindible que los técnicos se aseguren de la correcta aplicación de las especificaciones señaladas en el proyecto. Una vez finalizado es importante también que los usuarios hagan un correcto uso del edificio y de las instalaciones de la manera en que fueron proyectadas. De esta forma podrá asegurarse que la eficiencia energética realmente se mantiene.

¿Por qué acometer la mejora energética de un edificio?

Hay algunas razones para decidirse a dar este paso de mejorar la eficiencia energética, ya que permite reducir el consumo de energía. Esto tiene diversas consecuencias no sólo en el ámbito personal, sino también en lo colectivo. La concienciación en este último punto es vital.

  • Ventajas económicas: las facturas de electricidad y gas reducen su importe al estar las infraestructuras mejor aprovechadas.
  • Las condiciones de habitabilidad mejoran: los hogares son más cómodos al mantener temperaturas adecuadas en cada época del año. En invierno mantendrán el calor y en verano, el fresco.
  • Se crean edificios sostenibles, lo cual reduce las emisiones de dióxido de carbono. Eso implica que en este gesto estaremos ayudando también al planeta.
  • Genera empleo, ya que para cumplir los acuerdos europeos, España debería acometer la reforma de unas 400.000 viviendas hasta 2050, lo cual se calcula que crearía 150.000 puestos de trabajo.
  • Minimiza la dependencia energética de otros países al ahondar en el autoabastecimiento.

Así pues, teniendo en cuenta todas las ventajas que se desprenden de la rehabilitación de fachadas y edificios para la mejora energética, es una opción interesante para la que además contamos con una serie de ayudas económicas de las que podemos beneficiarnos.

Foto ilustrativa: Bachmont