Toalleros eléctricos: conoce sus ventajas

Toalleros eléctricos: ventajas e inconvenientes

Los toalleros eléctricos han traído soluciones verdaderas a los hogares. La hora de la ducha suele suponer un rito para las personas. Es el momento del día en el que nos relajamos, aunque haya quienes están acostumbrados a ducharse antes de ir a trabajar.

En verano, una buena ducha apetece. Pero en invierno, que la temperatura del baño sea fría o el hecho de colocarnos las toallas frías encima, no es plato de buen gusto para casi nadie.

Por eso, es muy tentadora una solución que aúne:

  • Una temperatura idónea para el cuarto de baño.
  • Y una forma de calentar y secar rápidamente nuestras toallas.

Sin embargo, ¿qué podemos esperar de los toalleros eléctricos?

Ocupan poco espacio

Podemos encontrar en el mercado todo tipo de toalleros: grandes, pequeños, anchoas, alargados. Por lo tanto, estamos ante un sistema que se acopla a la perfección a cuartos de baño de cualquier superficie.

Matamos dos pájaros de un tiro

Como hemos dicho antes, calientan la estancia. Pero también son útiles para colocar y secar rápidamente nuestras toallas, un tipo de tejido que tarda bastante tiempo en secar, especialmente en épocas frías.

Los toalleros eléctricos gastan poca energía

Este tipo de toalleros gasta muy poquita energía. Menos aún que una bombilla. Debemos saber diferenciar entre toalleros eléctricos y toalleros radiador, pues estos últimos consumen bastante más por ser más sofisticados en su funcionamiento: son programables y se apagan cuando detectan que en la sala se ha alcanzado la temperatura deseada.

Un confort deseado

¿No es agradable la sensación de salir de la ducha en invierno y sentir las toallas calentitas en nuestra piel? Tener un toallero eléctrico en nuestro cuarto de baño nos dará este placer.

Un secado rápido

Es la solución de aquellas personas acostumbradas a secar sus toallas colgándolas en cualquier silla o radiador. Se acabó eso, porque secar toallas en estos sistemas calefactores es bien rápido, además disipan todos los gérmenes que se suelen producir por la humedad, así como los malos olores.

Regulando la temperatura a nuestro gusto

Estos aparatos contienen un termostato que nos permite regular la temperatura y establecerla en los grados que a nosotros nos interesen.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, pues los toalleros eléctricos también tienen sus inconvenientes.

  • Tardan algo de tiempo en calentarse y coger la temperatura adecuada.
  • No cuentan con indicativos de que están encendidos: debemos fiarnos de nuestro propio tacto.

Cuando los toalleros eléctricos salieron al mercado eran demasiado caros para la vida que tenían. Sin embargo, hoy en día podemos encontrarlos en cualquier tienda física de electrodomésticos, al igual que en tiendas online, hasta en Amazon los hemos visto nosotros.

Si te fijas, los precios son bastante asequibles para el bolsillo medio. Dependiendo del tamaño y las prestaciones, los encontramos desde los 30 hasta los casi 600 euros. Además, estos toalleros duran más que los que salieron al mercado en sus inicios.

¿Tienes un radiador eléctrico? ¿Qué te parecen todas las prestaciones e inconvenientes que hemos comentado? ¿Te dieron algún problema?

Radiadores de agua: todo lo que deberías saber

Sustituimos radiadores para calefacción

Sí, sí. Estamos en enero y seguimos hablando de estar calentito en casa. Pero si quieres que te digamos la verdad… ¡es lo que hay! Y todavía hace frío.

Así que… lo sentimos. Somos unos plastas, pero es lo que toca.

Pues eso, ¿has oído hablar de la calefacción radiante? Igual por este nombre no sabes lo que es, aunque, ¿no te suena de nada? Radiante, suelo radiante… radiadores. ¿A que te va sonando un poquito más?

Del suelo radiante ya hablamos en su día, y volveremos sobre ello en otro momento. Pero hoy le toca el turno a los radiadores de agua, que son los que tenemos en casa.

¿Cómo funciona un radiador de agua caliente?

Todos sabemos lo que es un radiador y por qué en este caso lo llamamos “de agua caliente” (ya que existen también los radiadores eléctricos, que te sacan de un apuro en espacios pequeños donde no hay sistema de calefacción instalado).

Los radiadores de agua son aquellos que tenemos en casi todas las casas, y ¿a que no sabes cómo funcionan? Es muy fácil, y de lógica además: la caldera (que puede ser propia o general, si la calefacción en tu comunidad de vecinos es comunitaria) calienta el agua a una temperatura bastante alta, y la envía mediante las tuberías a los diferentes radiadores del hogar que, gracias al material transmisor con el que se fabrican, “irradia” (de ahí su nombre, radiador) el calor al resto de la estancia o, lo que es lo mismo, calienta el aire.

No confundamos con el suelo radiante (o techo radiante, que también existe) que comentábamos anteriormente. El calor procedente de los radiadores asciende en la estancia y según se enfría desciende de nuevo para volver a ser calentado con el calor emitido por los radiadores. Es un ciclo que obedece a las leyes de la física. No tiene más.

Al final, los radiadores son perfectos para usarlos en espacios pequeños, vamos… en viviendas. Para espacios más grandes como centros comerciales sí se recomendaría el sistema de suelo o techo radiante que os hemos comentado antes (aunque esto no quiere decir que es lo que suela usarse en este tipo de espacios).

¿Qué tipos de radiadores de agua existen en el mercado?

Si te decimos cuántos tipos de radiadores de agua existen huirías despavorid@, pero bueno… vamos a simplificar y a centrarnos, sobre todo en el material del radiador en cuestión.

cuántos tipos de radiadores de agua existen

Los tienes:

  • De hierro fundido: la ventaja de este tipo de radiador es que aguanta mejor el calor, aunque le cuesta llegar a ese nivel de calor debido a este material.
  • De aluminio: se calientan más rápido.
  • De acero: tienen un inconveniente, aunque no se para tanto teniendo en cuenta el progreso y la tecnología, y es que su vida útil es corta. Aunque te recomendamos que te informes bien de las novedades del mercado porque esto podría dejar de ser un problema hoy en día.

¿Cómo elegir el radiador de agua perfecto para mi casa?

Infórmate primero de los tipos de radiadores de agua que, a grandes rasgos, son los que te hemos expuesto líneas más arriba, y luego ten en cuenta también su potencia y tamaño. Piensa que tienes que basarte en los metros cuadrados que tiene tu casa, así como el tamaño en altura de las estancias para así poder instalar un sistema eficiente que consiga calentar adecuadamente nuestro hogar, y a un precio razonable.

¿Es Roca la mejor marca de radiadores de agua?

No necesariamente. Nosotros, por ejemplo, trabajamos Roca, pero también trabajamos otras marcas del mercado igual de importantes y de calidad y precios similares. De todos modos, si vives en Madrid y estás pensando en cambiar los radiadores, llámanos al 619 30 31 91 y escríbenos, y nosotros nos encargamos de todo.

Comprar radiadores de agua, ¿dónde, cómo y por cuánto?

Hombre… lo ideal es que llames a tu fontanero y él se encargue de aconsejarte, de adquirir los radiadores necesarios para tu hogar a su proveedor de siempre y que te los instale. Pero si eres de esa gente del estilo “Do It Yourself” (en inglés “hazlo tú mismo”), no podemos hacer nada.

Puedes encontrar radiadores en Leroy Merlin y otras tiendas online tipo AquaBazar o Bricor. El precio va a variar siempre dependiendo de la marca, el modelo y el número de módulos que utilicemos (recuerda que no es lo mismo calentar un salón que un cuarto de baño). En Leroy Merlin te recomiendan número de módulos según la superficie que tenga la estancia, ¡por eso nos gusta tanto! (y no nos pagan por decir esto, ojo).

Aquí es donde vas a ver cómo según la potencia y el tamaño el precio va a oscilarte entre los 75 y los 139 euros en radiadores de agua para estancias de unos 10 metros cuadrados. Todo está en que entres en la tienda online que sea y juegues un poco con las variantes que te dan.

¿Es fácil instalar un radiador de agua caliente en casa? ¿Cómo se hace?

Suponiendo que eres un o una manitas no te lo vamos a explicar, no… ¡te lo vamos a enseñar! En este vídeo subido por Instalmar a Youtube, te explican no sólo cómo montarlo, sino también a repararlo, por si en algún momento te surgiera algún problema:

¿Con qué tipo de radiador de agua te quedas? ¿Has comprado e instalado ya tu radiador? Cuéntanoslo en los Comentarios y comparte este post si te ha servido. Hasta la próxima 🙂

Foto ilustrativa: Fotolia

Cómo sacar el mayor rendimiento de nuestros sistemas de calefacción

Cómo pagar nuestro cambio de caldera

Aunque este año estábamos teniendo un invierno para todos los gustos, que incluso el día de Nochebuena creíamos que tomaríamos las uvas con un frío soportable, llegaron el frío y las heladas, y con ello las ganas de una casa calentita. Por ello tendemos a poner la calefacción a tope, y esa no es la solución. Estar calentito no es sinónimo de poner la calefacción a todo meter y pagar más a nuestra compañía energética en la factura de los meses invernales, ¡estas equivocad@!

Y dirás, ¿cómo? Pues estás en el sitio adecuado.

En este post te daremos las claves para disfrutar de lo que queda de invierno, sacando el mayor partido posible a tu sistema de calefacción, que no se trata de subir el termostato, sino que consiste en unos trucos caseros muy simples para el mantenimiento de una temperatura cálida poniendo una calefacción justa en grados.

¿Cómo aprovechar nuestros sistemas de calefacción?

Pues es más fácil de lo que nos pensamos mantener nuestro hogar con un ambiente cálido de forma rentable y práctica. El truco está en ir siguiendo los consejos que abajo os indicamos, que además nos lo da la Asociación de Consumidores de Energía (ANAE). Al final del invierno nos daremos cuenta que estuvimos calentitos en casa sin que se nos dispararan las facturas, que todos andamos en crisis. ¿Qué debemos hacer?

  • Comprobar que no tenemos entradas de frío de la calle, como alguna rendija o hueco en ventanas o puertas.
  • Es recomendable aislar los tambores de las persianas con algún aislante (como el poliestireno) sellando con siliconas las juntas que pudieran dejar pasar el frío.
  • Adquirir un termostato para regular la temperatura de nuestra vivienda, de forma que la mantengamos constante y cuando no estemos en casa o nos vayamos a dormir lo apaguemos o lo bajemos; es muy eficaz para ello hacerse con un cronotermostato que nos permitirá programar cuándo encender o apagar nuestra caldera, muy práctico, por cierto. Se pueden adquirir tantas cabezas de termostato como habitaciones tengamos para regular independientemente cada radiador y eso también nos permitirá ahorrar con cada estancia que no se emplee.
  • Mantener a una temperatura constante en nuestra calefacción. No hay que tenerla muy fuerte, lo aconsejable es tener el salón a unos 22º, los dormitorios entre 17-18 º y los baños a unos 21-22º. Como ya dijimos en posts anteriores mejor ponerse una chaquetita, que luego pagar el doble de factura.
  • Revisar la caldera antes de que llegue el invierno, porque hará que la saquemos más partido y no tenga fugas.
  • Poner a punto nuestros radiadores, purgándolos, es decir, sacándoles el aire, para que funcionen adecuadamente, ya que pueden dar menos calor si no lo hacemos bien.
  • En las calderas hay que vigilar el manómetro de la presión del agua, que debe estar entre 1-1-5 bares. Si no es así, hay que rellenar el circuito o vaciar, según proceda.
  • Tener los radiadores descubiertos, evitar cubrirlos detrás de una cortina o usarlos para secar una prenda o toalla mojada después de ducharnos.
  • Instalar paneles reflectantes detrás de los radiadores, porque hacen que el calor rebote y se mantenga mejor en nuestra habitación.
  • Podemos instalar un dispositivo de tiro forzado de aire mediante un ventilador, para conseguir un mayor confort y rendimiento del radiador. Estos se activan con el calor y mejoran la concentración del mismo con un bajo consumo eléctrico.
  • Ventilar las habitaciones de 5 a 10 minutos, para no perder mucho calor en el hogar.
  • Instalar sistemas de humidificación o evaporadores para radiadores, para evitar la sequedad por el calor, la cual puede resultar perjudicial para nuestro organismo. Es recomendable conseguir una humedad de entre 50 y 60% en nuestro hogar durante el invierno.
  • Para que entre menos frío de los exteriores, cuando llegue la noche debes bajar las persianas y echar las cortinas, porque esto mantendrá la temperatura cálida de tu habitación.
  • Cuando amanezca un día soleado, estamos de enhorabuena, debemos correr las cortinas en aquellas ventanas orientadas al sur, ya que nos entrará un calorcito muy rico por la ventana. ¿Por qué te crees que en los países nórdicos no usan cortinas y persianas?
  • Si llega la hora de que la cadera se estropea y ésta era de gasoil, piensa en cambiarte a una caldera de condensación, porque como ya te hemos dicho en alguna ocasión es más rentable, económica y práctica.

¿Has puesto a punto ya tus sistemas de calefacción? ¿Qué recomendaciones de todas las que te hemos dado has seguido ya? Cuéntanoslo en los Comentarios y, si te ha servido, ¡Compártelo!

Foto ilustrativa: Fotolia