Cómo poner la caldera a punto para el invierno

Pide presupuestos de fontanería en Madrid gratis¿Aún no has puesto tu caldera a punto? ¿Has pasado un poco de fresquete estas Navidades? ¿Has tenido que pedir ayuda para poner la caldera en funcionamiento este invierno? No te preocupes si has contestado que “sí” a nuestras preguntas, porque para que no te vuelva a pasar, aquí estamos nosotros escribiendo este post que estás leyendo. A continuación te enseñaremos cómo poner a punto tu caldera para el próximo invierno, es más fácil de lo que parece, a veces lo que uno necesita es que alguien se lo explique, y aquí estamos.

Como ya te habrás dado cuenta, con la llegada del invierno, muchas veces ni cinco capas de ropa ni la bufanda de la abuela nos quitan el frío. Por eso, es necesario poner nuestra calefacción, pero tras toda la primavera y el verano apagada necesita una “puesta a punto” para que se ponga la caldera en marcha a tope durante el invierno sin ningún problema. Nunca es tarde, lo podéis hacer vosotros mismos sin necesidad de un profesional o de otra persona. A continuación te contamos como:

Poniendo a punto tu calefacción eléctrica

Si la calefacción que tienes es eléctrica, ¡estás de suerte! Los radiadores no necesitan mantenimiento, basta con ajustar las horas programadas de apagado y encendido.

¿Y si uso gasoil?

Si es de gasoil tu caldera, tendrás únicamente que realizar un purgado de los radiadores en tu vivienda, que consiste en quitar el aire que se concentra en el circuito, tras permanecer cerrado durante un tiempo, abriendo la válvula que tienes en cada uno de tus radiadores. El resto de la instalación cuenta con un mantenimiento anual y un seguimiento por parte del equipo profesional que te suministra el gasoil para tu caldera, a ti o a tu comunidad, según vivas en un chalet o en un piso, por lo que no tienes que ocuparte de más para estar calentito.

Mira, es que mi caldera es de gas…

No hay problema. Si tienes una caldera de gas, entonces es más largo el proceso, pero muy sencillo. Te lo explicamos en unos sencillos pasos:

  • Primero, tienes que consultar las instrucciones de fabricante de tu caldera, para conocer bien qué tenemos instalado en casa; si no las encuentras intenta ver el modelo por Internet, o a lo mejor es un sistema intuitivo. Si no es así, no te preocupes y consúltanos directamente ¡que para eso estamos!
  • Segundo, una vez que conocemos nuestra caldera y sus partes, tienes que pasar a revisar el conducto del gas, que debe estar bien conectado a la caldera y tener la llave de paso abierta. Si tienes cualquier duda de si el conducto tiene algo raro, llámanos o llama a tu profesional de confianza, no te la juegues.
  • Tercero, hay que cerciorarse de que el enchufe de la caldera funciona, y que tiene suficiente alimentación. Aunque nos parezca algo básico hay veces que éste no está bien, o la toma está mal y la caldera no nos enciende por algo tan “simple”. Y si no funciona, tienes que buscar otro enchufe o ponerte en contacto con un electricista, no vaya a ser que metas los dedos donde no los tienes que meter y nuevo look “a lo afro”.
  • Quinto, una vez hecho todo lo anterior, enciende tu caldera, verás que su pantalla se enciende con unos dígitos, y los sensores se activan detectando el nivel de presión (bares) y la temperatura (°C).
  • Sexto, una vez que está en funcionamiento la caldera, debes verificar que la presión se mantenga entre 1,2 y 1,5 bares, si no es así hay que purgar los radiadores (como en el caso que citábamos anteriormente del gasoil), vaciando un poco el aire comprimido tras estar cerrado durante un tiempo la instalación para conseguir dichos valores.
  • Séptimo, comprueba que el calor del sistema de calefacción es adecuado en todo tu hogar, no tengas que abrir las ventanas porque os tostáis, ya que eso evidentemente es que la temperatura es demasiado alta, mantenlo a una temperatura acogedora, sin frío ni calor. Además, una temperatura óptima también luego te hará que no gastes de más en la factura de la luz.

Si en cualquiera de los casos o pasos anteriores encuentras algún problema o simplemente no te aclaras, ¡no te preocupes! Tu profesional más cercano estará encantado de ayudarte. Si ves que en tu instalación hay algo defectuoso, ellos se ocuparán de ello. No te la juegues ni te hagas el valiente, ponte en contacto con tu especialista de confianza. Y si no te ha dado ningún problema la puesta a punto,  y has conseguido hacer todo lo dicho sin problema en tu sistema de calefacción, ya sea de gasoil, eléctrico o de gas… ¡Ya tienes lista tu caldera o sistema de calefacción!

¡A pasar un invierno calentito en tu sofá, o con tus peques jugando en pijama por el salón!

Imagen ilustrativa: Fotolia

Post invitado: Cómo financiar el cambio de caldera

Cómo pagar nuestro cambio de caldera

En la recta final del verano (aunque el calor se empeñe en aguantar unas semanas más) los aires acondicionados se van apagando, el consumo energético entra en una etapa de estabilidad a causa de las temperaturas más suaves que nos acompañan y empezamos a poner la vista en el invierno.

¿Estamos preparados para el frío?

Si eres de los que hace tiempo que lo vienes pensando, tal vez sea ahora una etapa excelente para emprender el Plan Renove que tanto necesita tu caldera para ganar en eficiencia y seguridad.

Hoy en día existen multitud de planes a los que acogerse para financiar esta inversión en bienestar, sostenibilidad y seguridad que acostumbra a caer en nuestra lista de prioridades y cambios a hacer en el hogar hasta que es demasiado tarde.

No pasemos frío

No esperemos a que se estropee la caldera actual para comprarnos una nueva, porque como bien sabremos y siguiendo la famosa ley de Murphy, la caldera se va a estropear justamente en la semana más fría del año, cuando las empresas estén desbordadas de solicitudes y tengamos que esperar unos días de más para volver a tener la calefacción en marcha.

¿Cómo financiamos el Plan Renove?

Ya adelantábamos antes que existen muchas y variadas ayudas por parte de las empresas por renovarnos la antigua caldera por una nueva.

Sino, una moda que se está extendiendo poco a poco es la de solicitar pequeños créditos online que se conceden en periodos de menos de 24 horas y que sirven para tapar esos huecos que los imprevistos dejan. De este modo, evitamos entrar en números rojos y podemos devolver este pequeño préstamo en menos de un mes, una vez volvamos a cobrar la nómina y tengamos de nuevo liquidez.

Porque no siempre pedir un crédito significa burocracia y periodos de devolución prolongados, puede ser algo mucho más ágil y directo. Si nos convienen entre 100€ y 500€ por ejemplo, esta puede ser una excelente alternativa que tal vez no conozcáis.

¿Ahora o más adelante?

Sin duda, mucho mejor ahora, de modo que nos anticipemos a la época en que tengamos más posibilidades de sufrir una avería. Además, aprovechando estos meses entre las vacaciones de verano y de navidad, seguramente tengamos una mayor liquidez en nuestras cuentas, por lo que aprovechar para realizar la inversión podría ser una forma inteligente de gestionar la economía doméstica.

Foto ilustrativa: Fotolia

Cómo purgar un radiador

Cómo purgar radiadores

Aquí debemos hacer la purgación

Para saber cómo purgar un radiador, debemos saber a qué nos referimos con esta expresión cuando nos referimos a estos aparatos de calefacción que tenemos en casa. Cuando hablamos de purgar un radiador, nos estamos refiriendo a sacar el aire que se ha acumulado dentro para que nos funcione correctamente a lo largo de todo el invierno.

Por lo tanto recomendamos purgar vuestros radiadores antes del otoño/invierno (en septiembre u octubre, como es nuestro caso, en abril/marzo si vivís bajo el ecuador de nuestro planeta Tierra).

Para la purgación de un radiador vamos a utilizar las siguientes herramientas.

  • Una llave inglesa
  • Un destornillador plano
  • Un recipiente tipo cuenco

Sujeción del purgador

Lo primero que debemos hacer es sujetar el purgador del radiador, y para ello utilizaremos la llave inglesa que comentábamos antes.

Purgación

Si nos fijamos, todos los radiadores (al menos los modernos) cuentan con un tornillito en un lateral (ver foto ilustrativa) que podemos manipular con un destornillador plano en condiciones (el mismo destornillador plano que mencionábamos al principio del post). Por lo tanto, empezaremos a girar con la mano con la que mejor nos apañemos.

Recordemos que la idea es extraer todo el aire inútil que haya dentro de nuestro radiador, por lo que empezaremos a girar el destornillador plano previamente introducido en el tornillo del radiador y empezaremos a girar hasta que empiece a salir agua.

Acabado limpio

Para que la purgación de nuestros radiadores se haga de una forma pulcra, mantendremos sujeto debajo de toda nuestra actividad el recipiente que recogerá las gotas o el chorro de agua resultantes de la purgación (puede ser un vaso, por ejemplo, aunque un cuenco facilitará nuestro trabajo al tratarse de un recipiente más amplio).

Esperamos que hayáis tomado nota para cuando en septiembre tengáis que purgar los radiadores en casa, ¿eh?

Foto ilustrativa
Gracias a Kozumel por la imagen.